¿Qué te daría saber que puedes matar la vaca?

¿Qué te daría saber que puedes matar la vaca?

“En su camino hacia un nuevo retiro para orar, un maestro y su discípulo pasaron por una pequeña aldea.

Ya desde lejos, podían adivinar que se trataba de un lugar muy pobre, el más pobre que habían encontrado en ese largo camino. Las casas eran pequeñas chabolas hechas de cañas y telas, sólo había barro y polvo, no se veía ninguna vegetación y en el centro del círculo que formaban esas chabolas había una escuálida vaca.

Se encontraron con un anciano que les comentó que esa aldea era muy pobre. Que todos los habitantes vivían de la leche que les daba la vaca y que por eso no tenían posibilidad de prosperar. Aun así, haciendo gala de su hospitalidad, ofrecieron leche al maestro y al discípulo y les ofrecieron pasar la noche en la aldea.

Antes de que saliera el sol, el maestro y el discípulo emprendieron nuevamente su camino pero antes de marcharse, el maestro le dijo a su discípulo: “¿Ves aquel barranco? Pues tienes que tirar a la vaca por él”.

El discípulo no podía creer lo que estaba oyendo y mucho menos lo que estaba a punto de hacer. Lo hizo y no se atrevió a preguntar nada al maestro pero, durante todo el resto del camino, sólo podía pensar en qué haría esa pobre gente de la aldea.

Pasó un tiempo y acabado el periodo de oración, el maestro y discípulo volvían a su casa. Pasaron nuevamente por esa aldea pero, a medida que se iban acercando, no daban crédito a lo que estaban viendo… incluso pensaban que se habían equivocado de camino.

La aldea ya no tenía chabolas, había casas construidas de piedra y pintadas de blanco, había espacios cultivados de vegetales y frutas, gallinas y vacas, las calles estaban limpias.

Encontrándose nuevamente con el anciano, le preguntaron qué había hecho posible ese cambio y el anciano les contó: como ustedes saben, nosotros éramos muy pobres, sólo teníamos una escuálida vaca y no sabemos lo que ocurrió pero la vaca se despeñó por el barranco. Ante tal desgracia, no sabíamos qué hacer y, finalmente, decidimos vender la carne de la vaca.

Con ese dinero, compramos gallinas y después pudimos vender los huevos. Con el dinero de esa venta, pudimos comprar otra vaca y vender su leche y así fue cómo empezamos a construir nuevas casas, a cultivar la tierra, a tener mejor comida, en definitiva, una mejor vida.

¿Qué te sugiere esta historia? ¿Acaso todos tenemos “nuestras vacas” que nos impiden avanzar hacia nuestra mejor versión como personas?

Tu vaca puede ser:

  • Tu miedo: que te impide iniciar una nueva andadura profesional
  • Tu ego: que no te deja reconocer que te estás equivocando ante una determinada situación
  • Tu conformismo: que esconde tu pereza para plantearte un cambio personal
  • Tu “no puedo”o tu “no sé”: ante cualquier nuevo reto que la vida te presenta

Sería interesante pensar en ¿qué o quién es “tu vaca”? ¿Qué te impide “matar a tu vaca”? ¿Qué te da saber que puedes hacerlo? Y sobre todo:¿quién serás si puedes“matar a tu vaca”?

Sólo tú tienes la respuesta, descubrirla… SOLO DEPENDE DE TI

Asesores con Alma es tu nuevo espacio de desarrollo. Contáctanos y hablamos.


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