En el libro «Fábulas antiguas de China» aparece una historia que nos habla de dinero y emociones:

DIEZ MIL ONZAS DE ORO

En el Reino de Qi vivía un tal Dongguo Chang quien tenía la costumbre de expresar en alta voz sus deseos. Una vez dijo que le gustaría poseer diez mil onzas de oro. Uno de sus discípulos le preguntó si podría ayudarlo en caso de que sus deseos se realizaran.

         – No – le contestó – necesitaré ese dinero para comprarme un cargo oficial.

         Sus discípulos se indignaron. Todos lo abandonaron pasándose al Reino de Song.

         Por haberse apegado demasiado a lo que aún no poseía, perdió lo que tenía.

Como siempre, podemos extraer conclusiones de los cuentos e historias ya que ha sido casi la primera forma que ha tenido el ser humano de preservar el conocimiento.

Esta historia nos posiciona en el discurso del dinero y las emociones al hablar de personas, de tiempos y e inexistencias, de expectativas y especulación, modelando uno de los muchos escenarios en que uno puede actuar al tratar con él.

¿Qué hay más frío y aséptico que el dinero?

¿Qué hay más emocional y personal que el dinero?

Dos preguntas prácticamente opuestas que comparten respuestas: nada. Ambos planteamientos son acertados ya que el dinero es, a la vez, una de las creaciones más exitosas y controvertidas de la civilización y probablemente sin él no habría civilización. ¿O sí?

Nuestra relación con el dinero es tan personal e íntima que en la mayoría de ocasiones la vemos como algo de lo que no se puede hablar de forma abierta por lo que solemos tratarla con personas en las que confiamos de forma muy especial o con profesionales que nos ayudan a gestionarlo.

Y ambos escenarios dieron entidad a Asesores con Alma, un modelo innovador cuyos diferenciales lo posicionan como paradigma de un nuevo escenario: personas, emociones, tecnología y dinero, donde desarrollar nuestras historias del día a día.

Porque como seres humanos necesitamos el dinero y estamos obligados a gestionarlo a nivel personal y profesional, en casa y en la empresa. Y por suerte, existen profesionales especializados y experimentados en los que podemos apoyarnos y a los que confiar esa gestión.

Sin embargo, ni siquiera el dinero es ajeno al desarrollo y evolución de Internet, la tecnología y los mercados de oferta y demanda.

Hoy día, el dinero es un apunte digital, una transacción desde el ordenador o una orden vía wifi desde el móvil lo que cambia, sin duda, nuestra percepción y relación con el dinero. Y es por ello que necesitamos, como usuarios, un modelo evolucionado de asesor, una relación donde el consejo sea premisa, donde las implicaciones emocionales conviertan al asesor de hoy en el consejero de mañana.

Y para adaptarse al nuevo entorno global hay que adquirir nuevas capacidades, hay que educarse en las competencias transversales que permiten desarrollarse como profesional en el nuevo mercado en que todos nos movemos.

Asesores con Alma aporta el conocimiento, las habilidades y las herramientas necesarias para remodelar la estrategia profesional del asesor financiero, para convertirse en un nuevo profesional dentro de la misma profesión, abanderando los valores diferenciales que el cliente actual demanda.

El cambio rige nuestras vidas y nuestro camino profesional, no podemos obviarlo y menos, evitarlo.

«El hombre absurdo es el que no cambia nunca».

Georges Clemenceau, político y periodista francés

Si pensamos que podemos seguir trabajando de la misma forma que hace 10 años o que podemos evitar que la evolución de Internet y el desarrollo tecnológico nos afecte a nosotros y nuestros clientes, estaremos incurriendo en serios problemas funcionales y relacionales.

Asesores con alma es tu nuevo espacio de desarrollo. Contáctanos y hablamos.